tag:blogger.com,1999:blog-79169444023690681352024-03-05T12:20:54.401-03:00Leopoldo Torre NilssonFernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comBlogger15125tag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-82216274605661858532022-01-02T01:25:00.000-03:002022-01-02T01:25:24.069-03:00Entrevista con Alfredo Alcón sobre Piel de Verano<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://www.diarioshow.com/export/sites/cronica/img/2020/11/29/alfredoalcon-9.jpg_687449798.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="573" data-original-width="745" height="308" src="https://www.diarioshow.com/export/sites/cronica/img/2020/11/29/alfredoalcon-9.jpg_687449798.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alfredo Alcón y Leopoldo Torre Nilsson</td></tr></tbody></table></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="text-align: right;"><br /></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="text-align: right;">Entrevista telefónica realizada por Fernando Morelli y Sabrina Odoguardio:</span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="text-align: right;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Yo tengo entendido que la película “Piel de verano”
se rodó con un equipo muy reducido de personas, no más de veinticinco ¿Esto es
así?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-Alfredo Alcón: Vos
sabés que yo no tengo presente eso, puede ser. A mí lo que me interesaba era
estar allí y estar con Nilsson, pero cuanta gente había...todavía no tenía
capacidad para darme cuenta de otra cosa más que del hecho de estar trabajando
con él ¿no?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Pero había una diferencia importante con respecto a
“Un guapo del <st1:metricconverter productid="900”" w:st="on">900”</st1:metricconverter>
en cuanto a producción?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Te mentiría
si te digo que me doy cuenta. Yo apenas me doy cuenta de cómo tengo que hacer
el personaje y mi relación con la cámara. Yo lo veía a Leopoldo y no veía más
que a Leopoldo. Y después estaba Anibal Di Salvo que siempre hacía la cámara y
la luz. Pero si después había quince o había ocho </span></i><span lang="ES-AR">[personas]<i>, no
me quedó registrado. No digo que no sea importante. Es probable que se haya
hecho con un elenco reducido pero no sería yo el indicado para decírtelo.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos tuviste oportunidad de leer el cuento de Beatriz
antes de componer el personaje de Martín?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: No. Leí
directamente el guión de la película.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Recordás qué te dijo Leopoldo sobre tu personaje?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Leopoldo no
era un director de explicarte. Él creaba un clima y te decía, por ahí, una
palabra. Pero no es que te sentaras en una mesa a discurrir sobre cómo es el
personaje. Yo por lo menos nunca lo hice con Nilsson. Conmigo era entrar al
lugar donde se filmara y entonces me decía: “Bueno...acordate que venís de
allí” y “cómo te sentirías ahora”. A veces me decía cosas mientras yo estaba
actuando, me decía: “sentís un ruido... asombrate” “¡Mirá para allá!” Y yo lo
hacía.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿él trabajaba con ensayos o directamente se tiraba la
toma?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Muy pocos
ensayos. Yo no me acuerdo de haber ensayado con él.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Eso a vos te servía para interpretar?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: A mí me
servía él. Me servía el clima que él creaba de trabajo. Donde todo el mundo
ponía lo mejor de sí. Porque era un hombre que nunca lo oías gritar, ni estar
de mal humor. Sino que creaba un clima de trabajo muy creativo y él confiaba
mucho en el otro. Yo no sé muy bien qué le pasaba a él por dentro, porque uno
nunca sabe qué le pasa al otro realmente por dentro, pero la impresión que me
daba es que él se rodeaba de gente en la que creía. Cuando alguno venía con
algún problema Nilsson le decía: “Yo confío en usted”, entonces el otro lo iba
a hacer de la mejor manera posible. Creo que a él no le gustaba el ensayo
previo, hay muchos directores que detestan los ensayos previos y otros creen
que son fundamentales, y cada cuál tiene sus maneras y sus necesidades. Pero
Leopoldo no era de ensayar.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos recordás si Beatriz estaba en el rodaje?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Beatriz
estaba siempre. Preocupándose si hacía calor por llevarle un helado, si hacía
frío de llevarle algo caliente. Ella estaba escribiendo sus cosas, sentada
donde fuera en el medio del despelote de la filmación, ella estaba aislada en
lo suyo, escribiendo, pero con una antena muy atenta a todo lo que Leopoldo
necesitara.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos recordás si Beatriz te dijo algo sobre la
relación entre los personajes?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: No, no me
dijo nada.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos recordás qué dificultad te presentó el personaje
al momento de componerlo?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Bueno, lo
que te pasa con todos. Tratar de meterse en ese clima, bueno... no con ése
especialmente. Había una cosa melancólica de ese hombre que estaba enfermo y
que le mentían. Había una cosa de no vivir en la realidad. Un miedo a
enfrentarse con la realidad. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Viendo la película observamos que él habla todo el
tiempo y no la deja hablar a ella.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: No debe
tener muchas ganas de saber mucho, más
que lo que él necesita, que es lo que se
imagina de ella, que datos concretos de ella. Ha pasado mucho tiempo y yo no
guardo memoria de mis experiencias con los personajes. Creo que seguramente
están en mí pero no las tengo concretas. Como para decirte a mí me pasó tal
cosa. Son como paisajes donde uno se mete. Lugares donde uno entra y ve unos
colores. Ve unas formas, unos árboles, unos ríos y una montaña o un desierto y
después te vas a otro lado. Y eso no es que no te queda; te queda pero no
conscientemente. Yo estoy seguro que todavía hay algo en mí del personaje de
“Piel de verano” pero no lo tengo consciente. Nilsson trabajaba mucho con eso,
por eso nos entendíamos tan bien, no creía en las palabras concretas sino que
buscaba la ambigüedad: la no concreción de un pensamiento para hacer una
escena. Así como cuando uno está viviendo no está consciente de cada gesto que
hace ni de las motivaciones, cree que lo hace por una cosa pero en realidad lo
hace por otra. Es decir, todo ese mundo, que era también el mundo de Beatriz,
donde lo no concreto es mucho más atractivo que el cerrar la puerta a la
verdad, o abrirla, o mirar para la derecha o para la izquierda.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Es como que se supeditaba a lo que pasaba en ese
instante, por eso no ensayaba.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Yo creo que
un poco sí. Un poco era eso. Por eso él creaba esos climas de trabajo. Yo al
principio pensaba: “¡cómo pierde el tiempo!”. Cuando venía un actor que no
tenía que hacer nada, que tenía que pasar por delante de la cámara y decir: “Buenas
tardes”, él lo llevaba aparte, le preguntaba...cuando terminaban de hablar, yo
no sé de qué hablaban, pero cuando el otro se daba vuelta y venía de hablar con
Nilsson venía como flotando porque le había preguntado su opinión sobre la
escena. Un día yo le dije que me parecía una pérdida de tiempo, y él me decía
que no porque “hablando con el actor, por ejemplo, enciendo una lamparita de
creatividad, un estado de que soy necesario y que lo que siente es importante
para contar el cuento, que hace que se sienta imprescindible y que por lo tanto
crezca como actor. En cambio si lo tratás diciéndole: vení para acá, andá para
alla... el otro se siente como un mueble.” Era un hombre muy delicado con un
gran sentido del humor. Un humor muy especial, por otro lado. Era leve, era
difícil de definir (por suerte).<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Volviendo a la peli. Nosotros vemos que la
interpretación tuya es más expresiva y gestual y la interpretación de Graciela
es sutil en los gestos, aunque es ella la que tiene el conflicto interno
¿Leopoldo les planteó estas diferencias?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: No sé cuales
serían los diálogos entre Leopoldo y Graciela.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Y con vos? Con esa enfermedad tan mostrada, tan a
flor de piel.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Eso sí. Me
decía que era un hombre que vivía a partir de su enfermedad. Pero con muy pocas
palabras, te repito, eran sensaciones... que me miraba de una manera, o había
un aliento, una respiración que él creaba en el momento, que producía un
determinado estado. Por otro lado, la visión de una película, o de una obra de
arte, o de cualquier cosa en la vida, es tan subjetiva que a lo mejor lo que
vos ves; que lo ves concretamente: que Graciela estaba de tal manera y yo
estaba de otra, es una visión tuya. Pero a lo mejor otro ve otra cosa
completamente distinta. Y eso es lo bueno. Las opiniones humanas son
completamente subjetivas. ¿Como se puede ser objetivo? Decir esto es así.
Esto, para mí el jueves 21 cuando la vi
a las nueve de la noche, era así. Pero a lo mejor la volvés a ver y ya no es así. Porque las cosas siguen
estando vivas, y vos también por otro lado, porque como no sos sólido, sos
líquido. Tu opinión es una opinión efímera. No es un mandamiento. No es una ley
escrita.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Pero es una opinión que está interpretada de la película<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: pero vos de
la novena sinfonía de Beethoven podés hablar quinientas cosas, cada persona
escucha una cosa distinta. Porque entre más rico es lo que ves, más ecos tienen
en vos y más colores ve la gente. Por eso una gran obra... pasan quinientos años
y se sigue haciendo “Rey Lear” como si se hubiera escrito ayer y cada
generación le encuentra nuevas cosas, y cada espectador que lo ve encuentra
algo distinto: ¿Por qué? Porque eso está vivo y uno no lo puede cosificar con
una mirada juzgadora: Decir que esto es así y lo otro es así. Es así ese día
que vos lo viste. Ese día en que vos estabas en ese estado. Pero si volvés a
ver la película date la libertad de pensar que a lo mejor vas a encontrar otras
cosas mejores o peores.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Pero también hay una frescura en las películas de
Leopoldo que nos permite a nosotros encontrar en ellas cosas que en su momento
no se encontraron.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Por
supuesto. En la medida que la obra tenga una mirada de eternidad. Una mirada de
tiempo y no que sea circunscripto a la cosa más cotidiana y concreta, la obra
tiene unas alas a las cuales uno no puede ponerle debajo un calificativo como
si fuera una mariposa disecada. La obra está viva y como vos que la estás
viendo también estás vivo, tu opinión es interminable. Se acaba cuando uno ya
no tiene más ganas de buscar.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos recordás cómo se recibió la película en su
momento?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Yo creo que
no fue un gran éxito. Por otro lado casi ninguna película de Nilsson de esa
época lo tenía. Eran éxitos mas bien...<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Afuera<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Sí, fuera y
también alguna crítica especializada. Pero en general no causaban ni en la
mayoría del público ni en nadie, nada demasiado entusiasta. Él tenía una
actitud bastante libre sobre eso. La mirada del otro no lo limitaba. Yo creo
que él sentía que él estaba más allá de eso.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos por qué pensás que eso es así? ¿Por qué esa
liviandad ante la película?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Porque </span></i><span lang="ES-AR">[existía] <i>cierta
teoría sobre que un intelectual, ya el calificativo: sos un intelectual. Hacés
un cine para intelectuales. Al público le hacen creer que eso no es para ellos,
entonces la gente por ahí no va. O va pero no está preparada porque está
acostumbrada a ver una cosa menos imaginativa. Entonces cuando ves una
imaginación que no se parece a la mayoría de las cosas que has visto; hay un
desconcierto que hace que uno se sienta alejado de eso que, por ahí , es lo que
necesita. Un hombre se puede morir en medio del campo sin conocer la penicilina
que la necesitaba para curarse de la enfermedad y sin conocer a Bach, y no
quiere decir que no sea esencial para un hombre conocer a Bach, sin embargo
¿Cuántos hombres conocen a Bach? Para circunscribirnos a esta película, que no
es Bach desde luego, pero que trata de ser algo más que el cuentito formal de
una historia.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-Hay una búsqueda<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: Hay un
cierto desconcierto en un público que, no por culpa del público, no está acostumbrado a la búsqueda de nuevos
caminos para contar las cosas. Más allá de los defectos que podía tener la
película y de su creador, que era un hombre que se estaba buscando a sí mismo,
no es que encontraba y que todo lo que hacía era perfecto, sino que estaba
buscándose. Hay películas de Nilsson que a mí no me gustan nada y otras
películas que me gustan mucho.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Podemos saber cuáles?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: No. pero yo
creo que Nilsson podía hacer cosas mejores que “El santo de la espada”, o el
libro del Santo de la espada que estuvo censurado, aún ese libro no se podía
estrenar. Hay que pensar en las condiciones en las que trabajó Nilsson... Si
Fellini hubiera nacido en Bolivia no se hubiera enterado de que era Fellini.
Ninguno de nosotros puede estirar los brazos todo lo que te da el brazo.
Nilsson vivió siempre o perseguido por la censura, o perseguido por la censura
económica. Faltando plata para hacer las cosas como el quería. De pronto le
venía un desgano, un cansancio. Después se volvía a entusiasmar. Por ahí hacía
“El santo de la espada” para poder hacer después algo que le gustara más. Tenía
que arreglar. Sobrevivir. Como todo latinoamericano que lo que sabemos hacer es
sobrevivir. Vivir no sabemos muy bien qué es.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-¿Vos cómo interpretás la relación creativa entre
Beatriz y él?<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: eso era
amor. Se podía palpar cuando estaban juntos. Eso no quería decir que se
llevaran siempre bien. Se peleaban. Él la dejaba en el medio del campo y ella
se quedaba lo más tranquila escribiendo en medio de las vacas y él espiaba por
el retrovisor y me preguntaba: “¿Qué está haciendo? ¿Decime qué está
haciendo?”, “Nada, se sentó a escribir”. Bromeaban, él le decía “Si yo viera un
poco más, yo te largaba. Pero como no veo”. Más allá de las bromas, vos te
dabas cuenta que había amor. Beatriz, cuando él murió, había días que no podía
soportar más el no estar esperándolo y se iba al aeropuerto de Barajas a la
hora que venían aviones de Argentina, sabiendo por supuesto que él ya no iba a
venir porque había muerto, pero había segundos donde tenía esperanzas de verlo
aparecer. La relación era de amor: un hombre y una mujer que se amaban, se
peleaban y se necesitaban el uno al otro esencialmente.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: Verdana; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Tahoma; mso-bidi-language: #00FF;">-En una biografía sobre Leopoldo [“El gran Babsy” de
Mónica Martin] él dice “Si tengo que hacer la película de un enano: la hago con
Alfredo Alcón, si tengo que hacer la
película de un gigante: la hago con Alfredo Alcón, si tengo que hacer cualquier
película la hago con Alfredo Alcón.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR">-A.A.: él me regaló
afecto, cariño y fe en mí. Él me ayudó a crecer como persona, como actor. Son
esos regalos que te puede hacer un alma muy generosa y esa frase es una gran
generosidad hacia otro. No es que yo me la mereciera sino que él tenía la
capacidad de ser generoso.<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></div><div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">viernes 23 de noviembre de 2007</div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-71525589450038004652015-01-04T23:57:00.000-03:002015-01-05T00:01:02.077-03:00Babsy, Beatriz y Graciela Borges<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeCoktEFfGleSS4X1taq5pD7iZN9WFt_Db-fD7ZVBtwi4IocTDtn_KDn5EzZ3pxn1M152U7gTMk1jkyst4ELzj5KioZRdRlP0piEm4cgMioUPhqTuQzabPX6ixwsjQ4jc88orTxdDun-s/s1600/Colegas-Leopoldo-Nilsson-Graciela-Beatriz_ZONIMA20111217_0011_10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeCoktEFfGleSS4X1taq5pD7iZN9WFt_Db-fD7ZVBtwi4IocTDtn_KDn5EzZ3pxn1M152U7gTMk1jkyst4ELzj5KioZRdRlP0piEm4cgMioUPhqTuQzabPX6ixwsjQ4jc88orTxdDun-s/s1600/Colegas-Leopoldo-Nilsson-Graciela-Beatriz_ZONIMA20111217_0011_10.jpg" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Torre Nilsson, Graciela Borges y Beatriz Guido</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: 13px; text-align: justify;"><br /></span><div>
<span style="font-size: 13px; text-align: justify;">El realizador argentino Leopoldo Torre Nilsson y la escritora Beatriz Guido rodean con afecto a una de sus colaboradoras preferidas: la actriz Graciela Borges, durante la recepción de un premio.</span></div>
Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-50033951870363822792011-10-26T15:12:00.002-03:002011-10-26T15:13:00.918-03:00"La agonía del escritor frente al cine" por Beatriz Guido<div style="text-align: justify;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ3smLSsrjFpUo98hKG1r7a7rzF_gE9V8WABTpSVRRoUzj9HsrdxEhYmxtqWUtv5iN7i0Lt4ls1Gr2y5EXVBMSH7lZac6leVRiE7I-kJg6J_mX4LG-Qt7-u3j3PDI-lH91HW4CtnD-hVg/s1600/Beatriz+Guido+ab.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ3smLSsrjFpUo98hKG1r7a7rzF_gE9V8WABTpSVRRoUzj9HsrdxEhYmxtqWUtv5iN7i0Lt4ls1Gr2y5EXVBMSH7lZac6leVRiE7I-kJg6J_mX4LG-Qt7-u3j3PDI-lH91HW4CtnD-hVg/s400/Beatriz+Guido+ab.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Beatriz Guido</td></tr>
</tbody></table>
<br />
En octubre de 1970, Leopoldo Torre Nilsson y Beatriz Guido fueron invitados a disertar sobre cine y literatura en la "Semana de literatura y cine argentino" llevada a cabo en la ciudad de Mendoza. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Dos años después, la facultad de Filosofía y letras de la Universidad Nacional de Cuyo hizo una publicación donde se transcribieron las disertaciones de ambos artistas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Transcribimos a continuación la desgrabación de la conferencia de Beatriz Guido, editada bajo el título "La agonía del escritor frente al cine":</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote style="text-align: justify;">
Tendría que hablar veinte minutos solamente para agradecer las palabras del profesor Ruiz Díaz. No es sólo admiración lo que me une a él y me parece que un profesor y un escritor como el que ustedes tienen en la cátedra es más que un regalo en este momento histórico que vive la Argentina. Pero como los minutos vuelan debo iniciar el tema. No sé si son los mismos rostros porque debo hacerles otra confidencia, recuerdo siempre lo que dice [Adolfo] Bioy Casares y lo que decía en una época [Jorge Luis] Borges: <i>no hay nada que le cueste más al escritor que hablar en público. </i>Por lo general un buen escritor es la mayor parte de las veces muy mal conferencista y peor charlista, pero creo que ha llegado el momento en que el escritor o intelectual dé la cara, se comunique y eso lo pienso desde hace varios años y por eso es que un poco avergonzadamente me estoy enfrentando a los públicos, al alumnado y trato de salir airosa lo mejor posible.</blockquote>
<blockquote style="text-align: justify;">
El tema de esta charla es la <i>situación del escritor en el cine</i>. Es definitivamente bien dolorosa para aquellos que piensan que el cine es un arte. El cine indudablemente lo es y eso ni siquiera vamos a intentar definirlo ni discutirlo, pero solamente es un arte cuando está en la exclusiva función y en manos del director, es decir cuando el director es autor de su film; el director técnico, el director que solamente sirve como técnico para expresar un buen libreto cinematográfico, en esta excepcional Semana de Cine creo que no interesa. Por eso el director-autor tiene que ser un ser terriblemente despiadado y para ser terriblemente despiadado tiene que dejar en su camino o aceptar en su camino, o los que se acercan a él entregarse, para poder mutilar y claudicar al servicio de un nuevo lenguaje, que es el lenguaje cinematográfico, a todos lo que lo rodean y en ese rodeo caen el autor y el libretista. Hace tres años, estando en Nueva York, [Alain] <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alain_Resnais">Resnais</a> cuatro años después de "Hace un año en Marienbad" [<a href="http://www.imdb.es/title/tt0054632/">l'Année dernière à Marienbad</a>, Francia, 1961] había viajado a Nueva York e intentaba, con unos editores amigos, que le consiguieran una entrevista con [J.D.] <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Salinger">Salinger</a> porque todas sus ambiciones estaban en llevar, en ese momento, a la pantalla, uno de los cuentos más importantes contemporáneos de la literatura norteamericana, que es "Un día perfecto para el pez banana" y quería los derechos y la autorización de Salinger. No hubo forma ni de encontrarlo ni de comunicarse con él; se negó rotundamente a entregarle los derechos a pesar de la profunda admiración que tenía por Resnais y era porque tenía ante sí la imagen de lo que significa el autor y el escritor en el set. No solamente en el set sino en la preparación del libreto; él recordaba dos casos fundamentales que eran el caso de [Francis] <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Scott_Fitzgerald">Scott Fitzgerald</a> y el caso de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/William_Faulkner">William Faulkner</a> cuando tuvieron sus experiencias en Hollywood. Estas experiencias, que están tan perfectamente narradas por <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Elia_Kazan">Elia Kazan</a>, cuentan lo siguiente: en uno de los comedores de Hollywood en una mesa estaban Faulkner con <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tennessee_Williams">Tennessee Williams</a> y un director, técnico del momento cuyo nombre voy a callar; uno de los técnicos le comenta a Elia Kazan: pues bien, vamos mejorando, ya comen en la misma mesa, porque están preparando el 'garbage' (que en su traducción inglesa significa la basaura). La basura es para el monstruo de Hollywood o el técnico cinematográfico, el libreto que prepara un autor. Como ustedes verán, no es muy tentador y como pienso que todos los escritores contemporáneos sentimos una tentación fundamental por entregar nuestro material, o sea nuestra intimidad, a la imagen, y como yo he sido un escritor muy afortunado porque, como dije esta mañana, me casé con un director y un gran director, él tomó mis novelas y las llevó a un lenguaje auténticamente cinematográfico, pero para esto tuve ya un largo peregrinaje y un largo sentido de pensar, que aquel capítulo de una nueva novela que había sido plasmado minuciosamente, que a lo mejor me había llevado meses o años de elaboración minuciosa, significaba quizá una línea de un libreto cinematográfico. Yo no sé si alguno de ustedes habrá tenido en sus manos un libreto de cine; no existe nada más despiadado, más descarnado, más marcado, como si saliera de una probeta de laboratorio, y pensar que eso va a ser llevado a lo que ustedes van a admirar mientras están sentados después, tranquilamente, en una butaca. Para el autor enfrentarse con ese mundo -para el escritor, no para el autor cinematográfico-, para él es algo terrible en el sentido de que no puede asimilar las dos técnicas de lenguaje. Ustedes lo podrán comprobar perfectamente al ver que obras de autores como [Fiódor] <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Dostoievski">Dostoyevski</a> jamás -sacando una sola excepción, la de [Luchino] <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Luchino_Visconti">Visconti </a>en "Noches Blancas" [<a href="http://www.imdb.es/title/tt0050782/">Le notti bianche</a>, Italia-Francia, 1957]- han sido logradas en su totalidad porque casi siempre, como dice la mayor parte de los directores, de una buena novela es muy difícil hacer un buen film y en algunos casos de una idea que no es un gran libro, de una idea que está en el aire, un director puede hacer una gran realización.</blockquote>
<blockquote style="text-align: justify;">
Mi experiencia, como les digo, ha sido de autoeducación más que otra cosa, para poder comprender esta técnica, este nuevo idioma que es el idioma del cine. Un aprendizaje que comienza desde el cine-club con "<span id="goog_338191815"></span>La barquera María"<i><span id="goog_338191816"></span></i> [<a href="http://www.imdb.es/title/tt0027653/">Fährmann Maria</a>, Alemania, 1936] hasta terminar hoy en no dejar de ver ni siquiera el último western cinematográfico. De ese aprendizaje lo único que se ha conseguido es la conclusión de que yo jamás podré escribir un guión de cine. Por eso, en este primera Semana Universitaria en la materia, no tengo palabras para expresar mi agradecimiento a toda la gente que la ha organizado, dándome la oportunidad de aclararme a mi misma esta experiencia y comunicarla a ustedes.</blockquote>
<blockquote style="text-align: justify;">
De mi aprendizaje, yo podría escribir un diálogo ordenado por un director, y en mis dos experiencias -la de [Leopoldo] Torre Nilsson, que ustedes conocen, y la de [Fernando] <a href="http://www.cinenacional.com/persona/fernando-ayala">Ayala </a>en <a href="http://www.imdb.es/title/tt0121628/">"Paula Cautiva"</a> [Argentina,1963]- yo lo único que he podido ser es un fiel servidor de la mano del director. Si ustedes me entregan un libro cinematográfico no podría decirles qué es lo que leo primero, como yo digo un poco elementalmente, lo del costado izquierdo o lo del costado derecho, es decir donde me van marcando la formación espacial de donde sucede la acción o donde está el diálogo.</blockquote>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
Existe otra cosa que yo quería marcar y es por qué causa el escritor contemporáneo tiene esa tremenda tentación con el cine. Si ustedes son estudiantes, y espero que lo sean, de Literatura, por los profesores que tengo acá a mi lado, sabrán que nada es más visual que el mundo literario que estamos habitando y la prueba de ello está en la tentación hacia la literatura contenido-imagen, a la literatura, filosóficamente hablando, del verbo-fenómeno. Así, la literatura se ha convertido hoy en una expresión donde nadie puede escribir si no tiene un profundo conocimiento filosófico y un profundo conocimiento del lenguaje. Todo lo demás es improvisación y, desgraciadamente, pienso que va a quedar en el más absoluto anonimato en los siglos futuros -si es que los siglos futuros van a juzgarnos. Podrán imaginar ustedes la tentación de todos esos escritores y comencemos por <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marguerite_Duras">Marguerite Duras</a> y [Alain] <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Robbe-Grillet">Robbe-Grillet</a>, la tentación de la cámara-imagen; Robbe-Grillet dice que él ha tenido que dejar la pluma por la cámara, porque la cámara hoy es una pluma (y decir pluma es decir máquina de escribir). Creo que es una de las frases más hermosas y que más nos puede poner en alerta a los escritores contemporáneos. Ese nuevo sentido de la literatura es lo que ha dado películas como las de Marguerite Duras. La música, en la cual hay una experiencia conjunta entre imagen y verbo, imagen-escritura; Robbe-Grillet dice que esto lo puede hacer ahora, porque como les explicó Torre Nilsson ayer, estamos entrando en un mundo nuevo, que es el mundo de la no producción en gran escala, que es la producción del 'casette' o la producción de la máquina supersensible. Indudablemente toda esta técnica y todo este mundo es lo que queremos para un futuro y para una juventud interesada tanto en literatura como en cine. No quiero que mis últimas palabras, porque tengo mucho interés en responder a las preguntas que quieran hacerme, sean totalmente negativas para el autor que se asoma al cine. Vamos a ver qué es lo que el cine le da al autor y voy a hablar, en este caso, de una experiencia propia. A mí me ha abierto un mundo, me dio síntesis, me dio calle, me dio conocimiento de gente, me dio asomarme a un mundo que para mí hubiera estado totalmente vedado y aunque no me gusta la clásica frase de la torre de marfil, debo decir que a mí me hizo asomar a un país, a un tipo de gente y me dio unas vivencias que yo jamás hubiera tenido si hubiera sido el intelectual que reconozco en mí y que no puedo negar, es decir el intelectual de oficio, el intelectual, por sobre todas las cosas, universitario.</blockquote>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: right;">
Beatriz Guido </blockquote>
<br />
<div style="text-align: right;">
Texto extraído de:</div>
<div style="text-align: right;">
</div>
<div style="text-align: right;">
"Semana de literatura y cine argentino, 14 al 20 de octubre de 1970"</div>
<div style="text-align: right;">
Mendoza. Universidad Nacional de Cuyo, Facultad de Filosofía y Letras. 1972</div>
<div style="text-align: right;">
(pp.19 a 23) </div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-59140360309871252912010-03-30T11:55:00.007-03:002011-10-12T09:08:46.425-03:00Decálogo posible del director cinematográfico<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiodBSLmQTPgOpanj2Ek_mpNP_1c9sfHbE-2kshuDvbfpgJpm_8Tz-w5zJLPLS1uPM5il6pqRaXLzi-5y0MDZjb4aBl_Jb6tDz9d9rr-VtdNlfeqBfVwEiED2IMRsoigtmcm4ieQ-_OpA8/s1600/Leopoldo+Torre+Nilsson+b.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiodBSLmQTPgOpanj2Ek_mpNP_1c9sfHbE-2kshuDvbfpgJpm_8Tz-w5zJLPLS1uPM5il6pqRaXLzi-5y0MDZjb4aBl_Jb6tDz9d9rr-VtdNlfeqBfVwEiED2IMRsoigtmcm4ieQ-_OpA8/s400/Leopoldo+Torre+Nilsson+b.jpeg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Torre Nilsson</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<ol>
<li><i>Un director cinematográfico tiene que estar muy seguro de lo que quiere decir para permitirse el lujo de dudar de sus certezas.</i></li>
<li><i>Tiene que tener un sólido y profundo conocimiento de las distintas técnicas de la realización cinematográfica para permitirse olvidarlas.</i></li>
<li><i>Tiene que saber dar órdenes con ternura y ser profundamente tierno con autoridad. Tendrá el don de mandar sin hacerlo notar y sabrá esquivar las pautas sensoriales sin disminuir la consistencia de su mensaje.</i></li>
<li><i>Sacrificará por su obra sus intereses y sus afectos, pero como la pérdida de éstos podrá debilitar su obra futura, sabrá reencontrarlos y preservarlos más allá del sacrificio.</i></li>
<li><i>Su talento parecerá siempre mayor que su habilidad y su instinto será más fuerte que ambos.</i></li>
<li><i>Con sus naturales cobardías tendrá que construir grandes hazañas y tendrá que disimular su valor para que no parezca pedantería.</i></li>
<li><i>Abrirá siempre todas las puertas a los jóvenes para no respirar el aire enrarecido de la envidia y hará de sus conocimientos un pan compartido y cotidiano.</i></li>
<li><i>Para perdurar, sus fracasos serán siempre éxitos y sus éxitos deberán ser respuesta a sus obsesiones y no a modas o demandas.</i></li>
<li><i>Deberá abandonar el cine cuando descubra que el profesionalismo lo aleja de sus pesadillas y de sus vivencias, o de las pesadillas y las vivencias de los demás.</i></li>
<li><i>Tendrá que saber escribir como los mejores escritores de su generación, y conocer al ser humano, al actor y a los técnicos como si fuera el confesor del siglo XVIII o el analista del siglo XX pero sin la limitación del preconcepto.</i></li>
</ol>
<div style="text-align: right;">
<b>Leopoldo Torre Nilsson</b></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Extraído del libro:</div>
<div style="text-align: right;">
"Torre Nilsson por Torre Nilsson"</div>
<div style="text-align: right;">
Selección y prólogo de Jorge Miguel Couselo</div>
<div style="text-align: right;">
Buenos Aires. Editorial Fraterna. 1985</div>
<div style="text-align: right;">
(pp.136 y 137)</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-84126764760081201442010-01-25T16:30:00.014-03:002011-10-12T09:09:22.223-03:00Leopoldo Torre Nilsson según Beatriz Guido (nota 3 de 3)<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUOsBzlNyU7DzkS8TGJMm-hcf9HT9Bq29UwBktHtBGso255aRiIYbbhY9kTA56h8dloRdue5cq0Fr3z4GZhbSEsuFgX9oI2DIz6yfqmqubCS1lY0MAQH0G41Dke-HKkziKZqtiyywRfPs/s1600/Beatriz+y+Leopoldo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUOsBzlNyU7DzkS8TGJMm-hcf9HT9Bq29UwBktHtBGso255aRiIYbbhY9kTA56h8dloRdue5cq0Fr3z4GZhbSEsuFgX9oI2DIz6yfqmqubCS1lY0MAQH0G41Dke-HKkziKZqtiyywRfPs/s400/Beatriz+y+Leopoldo.jpg" width="335" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br />
</span></span></span></div>
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Un año después del fallecimiento de Leopoldo Torre Nilsson -acontecido el 8 de septiembre de 1978- Jorge Abel Martin entrevista a la escritora Beatriz Guido para su libro-homenaje </span></span></span><i><span class="Apple-style-span" style="color: #444444;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">"Los films de Leopoldo Torre Nilsson"</span></span></span></i><span class="Apple-style-span" style="color: #444444;"><span class="Apple-style-span"><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">. A continuación reproducimos esa charla íntegramente:</span></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<div style="text-align: auto;">
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Conversaciones accidentales con Beatriz Guido en la confitería del Molino, una mañana de septiembre de 1979:</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
A mediados de abril de 1951, Ernesto Sábato me presentó a Leopoldo Torre Nilsson. La cita era para las cinco de la tarde, pero él llegó a las cinco menos cuarto. Cuando abrí la puerta, supe que el hombre que ocupaba todo el vano y yo, estaríamos ligados para siempre a la vida y a la muerte. Su mano no deja ni dejará de apoyarse en la mía.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Mi primer encuentro fue una mentira. Dije, mentí que había visto <i>"El crimen de Oribe"</i> en portugués. Él se sorprendió. Yo regresaba de Roma, después de dos años y había publicado un libro de cuentos. Se trataba de una fantasía que se haría realidad. Y Torre Nilsson creyó en ella. Los dos buscamos que ese primer encuentro, que esa primera fantasía se hiciera realidad con todos sus films.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
<i>"Ciudadano y cineasta genial, amó a sus amigos, a los suyos y a su país por encima de todas las cosas"</i>. Creo que en esas palabras que escribieron sus amigos sobre su tumba, está resumida toda su obra y toda su personalidad.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Pienso que alguna vez voy a poder escribir, casi como una necesidad de sobrevivirme o de sobrevivirnos, paso a paso su biografía. Hoy, cuando a las cinco de la tarde siento que en mi casa comienza a sonar el timbre y los cineastas jóvenes vienen en busca de resolver la incógnita de la imagen, la búsqueda de una expresión cinematográfica sin censura, con absoluta libertad de expresión, comprendo que debo salir otra vez de mi misma, de nuestra propia biografía, para contar, para expresar su lucha, su trabajo y, como reza el título de este libro <i>"Los films de Leopoldo Torre Nilsson"</i>, tratar de marcar en cada libreto cinematográfico cómo fueron gestados y cómo se escribían. Leopoldo era un lector de cuatro o cinco horas diarias: A las cinco y media o seis de la mañana ya estaba despierto y al lado de su mesa de luz tenía varios libros, muchos en inglés, sobre literatura norteamericana. Él era un apasionado de las biografías cinematográficas. Sus dos pasiones eran el cine y la literatura. Inseparables.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Yo soy un escritor con visera, no sé hacer otra cosa que escribir. Y él tenía también esa pasión tan definida por el cine y el oficio de escribir que muchísimas veces no sabíamos dónde terminaba uno y donde empezaba el otro. Leopoldo era un buceador de librerías. A él le gustaba ir, revisar, descubrir. En nuestros viajes -recuerdo Nueva York- se pasaba las horas en "Brentano", tratando de desentrañar y descubrir los últimos libros, los último relatos, la penetración anímica que después iba a infundir a sus personajes.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
¿Cómo gestaba un film? A la mañana, él escribía en papelitos con su membrete, la línea de aquél film que deseaba hacer. Lo escribía en forma de cuento. Después la leíamos y a las ocho de la mañana ya estaba en su oficina. Allí citaba a sus colaboradores más inmediatos. En los últimos tiempos, sus hijos [Javier Torre y Pablo Torre], [Rodolfo] Mórtola, e inmediatamente llamaba al equipo. Anteriormente, los colaboradores más cercanos fueron [Héctor] Grossi, [Edmundo] Eichelbaum, Mabel Itzcovich, Luis Pico Estrada, [Ricardo] Becher, [Ricardo] Luna, hermanados por idéntica pasión. Creía firmemente en la realización de sus proyectos y se entregaba en desesperadas luchas palaciegas.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Reescribía sus films todo el tiempo; pero sin embargo, cuando la película terminaba ya estaba casi compaginada. Él veía un film como si viera un cuento o un poema. Es decir, cuando él la entregaba, la película estaba casi armada. En el set, todo era un ballet, pero no un ballet de ensayo, sino una suerte de realización en estado de vigilia. No se escuchaba un grito, no había una contraorden. Leopoldo decía que prefería equivocarse, antes que darle a su equipo la sensación de duda. Él llegaba absolutamente seguro de aquello que tenía que hacer, aunque estuviera dudando y muriéndose por dentro.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
El momento más placentero era la hora de ir a los laboratorios Alex, a ver los 'campeones' (1). En el extranjero sufrió porque no tenía a su gente, aunque se llevó a muchos. Casi la mitad del equipo en Puerto Rico, eran argentinos.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
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Yo recuerdo cuando filmó <i>"La chica del lunes"</i> y <i>"Los traidores de San Ángel"</i>. Tenía un camino abierto sensacional. Vivíamos en un hotelito atrás del Plaza, en Nueva York, en un hotel muy barato, una habitación que nosotros habíamos arreglado con un Cristo colonial que habíamos comprado en México. Pero para recibir a los productores, porque él quería a todo trance conseguir un productor norteamericano, que al final lo consiguió, para producir <i>"Martín Fierro"</i>, que era una de sus grandes, entonces nos vestíamos elegantísimos, como podíamos, y de este hotelito, que estaba al lado de una funeraria, él se cruzaba por la puerta de atrás del Plaza y citábamos allí los productores, a tomar un cóctel, para convencerlos de que en la Argentina se podían hacer películas, que no éramos aquella gente que él tenía en la idea de que en las latas mandaban tierra y papeles, en vez de negativo. Y así, en esa lucha constante, sin desfallecer, casi diría sin caídas, hacía antesalas.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
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Después de la Revolución Libertadora, Leopoldo comprendió que no había otra salida para el cine argentino, que fuera darle una ley de cine. Él sabía que la oferta y la demanda es una cosa imposible para el cine de cualquier lugar del mundo y sobre todo en este país, con la imposibilidad de conquistar a todo este tipo de público sobre todo para el tipo de cine que él quería que se hiciera. Recuerdo exactamente que durante un año y medio, viviendo ayudados por May Nilsson de Torre [la madre de Leopoldo Torre Nilsson], [Leopoldo] Polo Torres Ríos [el padre de Leopoldo Torre Nilsson], y Leopoldo, junto a Carlos Hugo Christensen, hacían antesalas con Aramburu, para tratar de sacar esa maravillosa ley que produjo la "Generación del '60" (2).</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
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Leopoldo fundó una sociedad, la A.D.P. en la cual estaban [Lucas] Demare, [Mario] Soffici y, sobre todo, el amigo que lo acompañó durante todo ese tiempo, junto a Carlos Hugo Christensen, que fue [Daniel] Tinayre. Extrañamente, Tinayre era el que hacía las antesalas con él y que les gritaba para decirles lo que significaba que no tuviéramos una ley de cine.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Leopoldo fue un luchador, un denodado luchador, que quería a sus amigos y decía que había una sola forma de amistad. Era gran amigo de los críticos. Era hijo adoptivo de Calki; adoraba a Grossi, a Eichelbaum, a [José Agustín 'el Negro'] Ferreyra, a [Salvador] Sammaritano, a [Jorge Miguel] Couselo, adoraba a todo ese núcleo que tanto había estado tan cerca de Terra. Tenía una pasión muy intensa por sus hijos. Los iba a recoger dos o tres veces por semana, los llenaba de libros, los tenía muy junto a él y por sobre todas las cosas era un hombre que no tenía pudor con sus sentimientos. Con su imagen adusta, que a veces producía temor y daba la sensación de que no había acercamiento, era un hombre que no tenía ningún pudor en adorar a su padre, en salir con su madre, en llevarlos con él, en viajar con ellos.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Fue un sindicalista en el amplio sentido de la palabra. Un hombre que luchó por sobre todas las cosas por tener un cine industrial, pero a su vez era un gran demócrata. Todos conocen su ideología política, que era una ideología con defensa absoluta del individuo. Creía en la libertad absoluta del individuo. Era un hombre que atacaba a la censura como a un roedor que invade el cuerpo del hombre. No era un demagogo, tenía un enorme desprecio por los demagogos. Fue muy combatido por todos aquéllos que no vieron en él a un hombre al que por sobre todas las cosas amaba las libertades individuales, pero que también tenía un profundo sentido de la justicia universal. Era un librepensador, es indudable, pero también tenía un enorme respeto sobre el misterio y las profundidades de lo sobrenatural. Venía de un hogar protestante-católico. Él estaba marginado pero era respetuoso. Tenía grandes amigos religiosos con los cuales no discutía, sino que los admiraba, como el padre Quiles, el padre Harpa y el rabino Ackermann y sus parientes pastores de Lomas de Zamora. Era un hombre al cual la justicia individual, la problemática, lo apasionaba.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Leopoldo trabajó completamente ligado a la producción, por eso no dejó nunca de filmar, porque él no podía jamás traicionar al productor, porque decía que hermanándose la dirección y la producción era la única forma de seguir expresándose.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Él decía que su película más completa era <i>"La mano en la trampa"</i>. Decía que no podía decir cuál era la que más le gustaba totalmente. A él le gustaban escenas de cada uno de sus films. Poseía una enorme compenetración con Alfredo Alcón. Y decía que si tenía que hacer la vida de un gigante, la hacía con Alfredo y si tenía que hacer la vida de un enano, también la hacía con Alfredo. La relación entre ellos era más que una hermandad, era una suerte de conductos sanguíneos en la cual la amistad, la ternura, el roce, les bastaba. Una mirada era suficiente para saber el sentido de la voz y el gesto.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Era un hombre que no tenía el mal humor gratuito. Recuerdo un día en que estábamos muy tristes: regresábamos de Berlín, en que <i>"La caída"</i> estuvo a punto de ganar el primer premio y no lo ganó. Nosotros necesitábamos terriblemente de ese premio en el exterior para su estreno en Buenos Aires. Al llegar a Londres fue a un quiosco de diarios y compró todos los diarios franceses. Y en uno de esos diarios, en la primera página, decía: <i>"Equivicación del jurado de Berlín. Obra maestra "La caída"</i>.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Hubo gente que no le perdonó a Leopoldo su antiperonismo que, hay que dejarlo bien sentado, era un antiperonismo muy respetuoso. Él lo que odiaba era todo aquello que significó el ostracismo de su padre y de toda una generación. Pero era respetuoso del talento, se inclinaba ante el talento, aunque fuera de un opositor.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
(Aquí la conversación se trunca. No se puede seguir hablando. Ni ella, ni yo. Tal vez, otra mañana casual de cualquier día de noviembre o diciembre de los próximos años...)</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Extraído del libro:</div>
</div>
</div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<i>"Los films de Leopoldo Torre Nilsson"</i></div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
de Jorge Abel Martín</div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
Buenos Aires - Ediciones Corregidor - 1980</div>
</div>
<div style="text-align: right;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
(pp. 75 a 77)</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
</div>
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<div style="text-align: left;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;">(1) Deformación del término 'copión' que designa a una copia positiva del material filmado que se usa para trabajar en la sala de montaje.</span></div>
<div style="text-align: left;">
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;">(2) Conjunto de jóvenes realizadores que se iniciaron en la dirección de films durante la década del '60. Muchos de estos cineastas se formaron en las Universidades y escuelas de cine que se constituyeron a mediados o fines de los años '50, entre las que se destacan: el Departamento de cine de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata, el Instituto de Cinematografía de la Universidad del Litoral en Santa fe y el Centro Experimental Cinematográfico (hoy ENERC) en Buenos Aires, este último dependiente del Instituto Nacional de Cine, organismo de protección del quehacer cinematográfico fundado a instancias de la "Ley de cine" del año 1957 (que en verdad es el decreto-ley 62/57). Algunos de estos jóvenes artistas filmaban por fuera de la industria cinematográfica y solventaban sus carreras artísticas con sus trabajos en la industria de la publicidad. Entre los cineastas destacados de esta generación figuran: José Martínez Suárez, Rodolfo Kuhn, David José Kohon, Lautaro Murúa, Manuel Antín, Leonardo Favio y Juan José Jusid.</span></div>
</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-40744819402459941162009-07-20T11:11:00.020-03:002017-04-06T15:25:05.540-03:00Beatriz Guido según Leopoldo Torre Nilsson (nota 2 de 3)<div style="text-align: center;">
<i>A Beatriz:</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Como te quise te quiero</i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Como te tuve te tengo </i></div>
<div style="text-align: center;">
<i>Sólo sé que si me muero</i><br />
<i>te mato y no me contengo </i><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-size: x-small;">(1)</span><br />
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjydKIIMOicTyCCcuw-EStfywkwsBhCjlgXWA2e1kIl-ZJTQhhb_I6VxAazEyFTRS2eL4NOrUx07aSAf6JoZ7eToJEzB9tqcmKSvZ2oWlacMh5NC5Hu06Mw2bgYHd36jxUEjkGfPR_Yx20/s1600/guido.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjydKIIMOicTyCCcuw-EStfywkwsBhCjlgXWA2e1kIl-ZJTQhhb_I6VxAazEyFTRS2eL4NOrUx07aSAf6JoZ7eToJEzB9tqcmKSvZ2oWlacMh5NC5Hu06Mw2bgYHd36jxUEjkGfPR_Yx20/s320/guido.jpg" width="309" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Beatriz Guido</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div>
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;">En el siguiente escrito, el realizador Leopoldo Torre Nilsson da cuenta de su fructífera relación laboral con la escritora Beatriz Guido:</span></div>
<blockquote>
Ruedo la mayor parte de mis películas sobre argumentos de mi mujer, la novelista Beatriz Guido.</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Sin embargo, después de leer su libro "La casa del ángel", no me gustaba. El film se construyó, por decirlo así, contra la novela, aunque de pleno acuerdo con la autora.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
De hecho yo participo en todas las fases de elaboración de mis películas. Considero este trabajo, anterior al rodaje, como fundamental y creo que un realizador completo debería ser el único creador en esta fase. Pero los hombres capaces de eso no abundan: Eisenstein, Chaplin, Welles, Stroheim.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Por otra parte, el cine está todavía en una etapa experimental en este aspecto. El mejor modo de desarrollar un tema sigue siendo el de los italianos: el trabajo en equipo. De esta forma cada uno aporta ideas sobre los matices, las situaciones y las expresiones que enriquecen el argumento.</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
Beatriz coincide, por medio de sus novelas, de gran imaginación, perfectamente con mi universo. Me siento colaborador de sus novelas tanto como ella es colaboradora de mis películas, más allá del simple argumento. Juntos inventamos situaciones, diálogos y personajes, y llega el momento en que ya no nos acordamos muy bien de a quién pertenece tal situación o tal diálogo. Quizá los míos son más "cerebrales" y los suyos más "visuales".</blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
El universo de Beatriz se ha incorporado al mío de una forma completamente natural y continúa, completando mi obra anterior. El mundo del cine ha mejorado a Beatriz como novelista dándole una mayor riqueza visual y más verdad en los relatos. Mi universo cinematográfico se ha enriquecido intensamente con su aportación en situaciones y personajes</blockquote>
</div>
<div style="text-align: right;">
</div>
<div style="text-align: right;">
Leopoldo Torre Nilsson<span class="Apple-style-span" style="color: blue;"> <span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">(2)</span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-size: x-small;">(1)</span><span class="Apple-style-span" style="color: #444444;"> Dedicatoria de Leopoldo Torre Nilsson a Beatriz Guido en la novela: "Jorge, el nadador" </span><span style="color: #444444;">de Leopoldo Torre Nilsson. Buenos Aires. Ediciones Torreón. 1978</span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-size: x-small;">(2)</span><span class="Apple-style-span" style="color: #444444;"> Reproducido en "Leopoldo Torre Nilsson", folleto de la Filmoteca Nacional de España, 1979.</span></div>
<div>
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;">Extraído textualmente del libro "Torre Nilsson por Torre Nilsson" Selección y prólogo de Jorge Miguel Couselo. Buenos Aires. Editorial Fraterna. 1985 (pp. 134 y 135)</span></div>
Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-4191772608117309312009-06-14T09:45:00.024-03:002011-10-12T09:13:18.990-03:00Beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson (Nota 1 de 3)<div style="text-align: justify;">
Se conocieron el 15 de abril de 1951 en casa de un amigo en común: el escritor Ernesto Sábato, quien los había invitado a compartir una velada juntos. Ella, Beatriz Guido, una joven promesa literaria rosarina, sólo había publicado el libro de cuentos “Regreso a los hilos”. Él, Leopoldo Torre Nilsson, había estrenado hacía poco más de un año su primer film, <a href="http://leopoldotorrenilsson.blogspot.com/2008/10/el-crimen-de-oribe.html">"El crimen de Oribe"</a>, codirigido con su padre, y era uno de los realizadores más jóvenes e innovadores del país inmerso en una sociedad que mirada con desconfianza a la juventud.<br />
<br />
Ambos se sintieron atraídos el uno por el otro. Ella comenzó la relación mintiendo y él le creyó: Beatriz lo felicitó por su film “El crimen de Oribe” que ella había tenido el gusto de ver en Portugal, nada menos. El dato sorprendió e indignó a Nilsson que no sabía que su film había sido vendido al exterior. Al día siguiente descubriría que la película nunca había salido del país.<br />
<br />
Pero durante esa velada ellos no estaban solos, sino que habían concurrido con sus respectivos esposos: ella en compañía de su marido el abogado Julio Gottheil y él junto a su mujer Pilar Barcos, la madre de sus dos hijos Javier y Pablo.<br />
<br />
Pronto dejaron atrás sus matrimonios, pero no se divorciaron porque no había legislación que lo permitiera, y comenzaron una historia de amor que continuaría hasta la muerte del realizador en 1978. Aunque ella, fiel a su mundo imaginario, difuminó sus vínculos sentimentales previos y en una oportunidad llegó a declarar :<span style="font-style: italic;">“Leopoldo es mi vida. De las manos de mi padre pasé a las de él, de modo que no conozco otra forma de existencia que no sea con Bubsy </span>(apodo de Torre Nilsson)” [en revista radiolandia 2000, 5-5-1978].<br />
<br />
A mediados de los años cincuenta, Beatriz Guido comenzó a colaborar en las producciones audiovisuales de Nilsson. Se sabe que ella es la responsable de los diálogos entre la depresiva Elisa Christian Galvé y el muchacho que la corteja, Duillo Marzio, en<a href="http://leopoldotorrenilsson.blogspot.com/2008/08/das-de-odio_29.html"> “Días de odio”</a> (1954), la adaptación del cuento de Borges “Emma Zunz”.<br />
<br />
En 1954, Beatriz apuntalará su prestigiosa carrera literaria al obtener el galardón del primer premio emecé para su novela “La casa del ángel”, que luego, en 1957, Torre Nilsson adaptará (con guión de Beatriz Guido, Martín Rodríguez Mentasti y el propio Nilsson) para el estudio Argentina Sono Film, protagonizada por Elsa Daniel, Lautaro Murúa y Guillermo Battaglia .<br />
<br />
“La casa del ángel” convocó a más de un millón de espectadores en Argentina, su busqueda estética significó una ruptura estilístico-temática con el cine que se había filmado en Argentina hasta ese entonces e iluminó el camino de los nuevos cineastas que se iniciarían en los años sesenta. Pero también “La casa del Ángel” inauguró un ciclo de colaboraciones entre el mundo literario de Beatriz Guido y el audiovisual de Leopoldo Torre Nilsson que continuará en nueve films más: “El secuestrador” (1958), “La caída” (1959), “Fin de fiesta” (1960), “La mano en la trampa” (1961), “Piel de verano” (1961), “Homenaje a la hora de la siesta” (1962), “La terraza” (1963), “El ojo que espía” (1966) y “Piedra libre” (1976).</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXvY0z5_nFHMUbYkTwX85f79Asap6Q2akkYPd8sUQ8cqa4DzpVjf4aq0rtFctDOyHr24z0rGS19ZhIpXyKBS4Qe30N4pm5ujR5s-kg_OfA06-mQrnQfsjaOWH-5-iOlOeH9S-TXpHMkPY/s1600-h/Torre+Nilsson.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347178034844065186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXvY0z5_nFHMUbYkTwX85f79Asap6Q2akkYPd8sUQ8cqa4DzpVjf4aq0rtFctDOyHr24z0rGS19ZhIpXyKBS4Qe30N4pm5ujR5s-kg_OfA06-mQrnQfsjaOWH-5-iOlOeH9S-TXpHMkPY/s400/Torre+Nilsson.jpg" style="display: block; height: 400px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: center; width: 317px;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Torre Nilsson</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQDsAyJR2b0iKq3pM0OlI0gNyLDJvO4o-6nM9zrKGWGm82hVlMSbpve5ln_P16BiSbN5rFCknfd-O4gcfr7GGzSolg2qhzDnWDlmAprhKiwyNCMqCUMxWlOq8m722RvbQgdEMcB_oniu4/s1600-h/Beatriz+Guido+a.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5347177113147445138" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQDsAyJR2b0iKq3pM0OlI0gNyLDJvO4o-6nM9zrKGWGm82hVlMSbpve5ln_P16BiSbN5rFCknfd-O4gcfr7GGzSolg2qhzDnWDlmAprhKiwyNCMqCUMxWlOq8m722RvbQgdEMcB_oniu4/s400/Beatriz+Guido+a.jpg" style="display: block; height: 269px; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; margin-right: auto; margin-top: 0px; text-align: center; width: 400px;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Beatriz Guido</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: left;">
Fuente: </div>
<div style="text-align: left;">
-"El gran Bubsy" de Mónica Martin<br />
Buenos Aires - Editorial Sudamericana - 1993</div>
<div style="text-align: left;">
-"Del papel al celuloide, escritores argentinos en el cine" de Agustín Neifert</div>
<div style="text-align: left;">
Capítulo 3: "La conjunción creativa de beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson"</div>
<div style="text-align: left;">
Buenos Aires - La crujía - 2005 (pp.93 a 113)</div>
</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-59501096241026032022009-03-03T01:23:00.011-02:002015-05-19T03:25:28.983-03:00Críticas a "La chica del Lunes" en el festival de Cannes<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-bDzOxAUvNDrV2ZFh3PX2BOHHhdRF0XFHfyzIt7yO_x8EwW0BdOx98fIFADjoTwBSBezMQZURLz2vtum6VOFCvjaUb4B7ii7E7YMCBwK8keLDGV70-eFO5iI_EhDux1b02xc2TpHPiWE/s1600-h/La+chica+del+lunes+2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="309" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-bDzOxAUvNDrV2ZFh3PX2BOHHhdRF0XFHfyzIt7yO_x8EwW0BdOx98fIFADjoTwBSBezMQZURLz2vtum6VOFCvjaUb4B7ii7E7YMCBwK8keLDGV70-eFO5iI_EhDux1b02xc2TpHPiWE/s400/La+chica+del+lunes+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Geraldine Page, Deborah Reed y Arthur Kennedy en "La chica del lunes"</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
En 1967 Leopoldo Torre Nilsson presenta en el festival de Cannes su film "La chica del lunes" (Monday's Child), el primero de los dos films que rodó en Puerto Rico producidos por André du Rona, quien aquí también es autor de la idea original.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
A continuación reproducimos las opiniones vertidas por los críticos cinematográficos de la época que asistieron a las proyecciones de este film en el festival de Cannes:</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Yo he amado muy intensamente esta muy auténtica pintura de América Latina. Este reencuentro de una familia (Sánchez) con un acaudalado empleado norteamericano. Este film es uno de los mejores, quizá el mejor que haya realizado Torre Nilsson. Es junto al yugoslavo Petrovic la mejor obra presentada en Cannes, en competición o fuera de ella.</div>
<div style="text-align: right;">
Georges Sadoul en "Les Lettres Francaises"</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</blockquote>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
El explica una anécdota espantosa en el sentido de la crítica de costumbres norteamericanas. Sin el talento de Torre Nilsson, virtuoso de las imágenes insólitas, el panfleto no lograría más que hacernos sufrir pruebas intolerables.</div>
<div style="text-align: right;">
Louis Chauvet en "Le figaro"</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</blockquote>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
La chica del lunes es un film duro y cruel que sirve de pretexto a una violenta crítica social que no perdona a nadie. El autor ha presentado una lúcida visión de un mundo en descomposición, dotado de un sentido de la imagen que no ha de sorprender a quienes conocen la obra de Torre Nilsson (citemos 'La casa del ángel' y 'La mano en la trampa') pero que no ha perdido nada de su poder de expresión.</div>
<div style="text-align: right;">
Robert Chazal en "Le Soir"</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</blockquote>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
Para Torre Nilsson todo sirve de pretexto para mostrar una realidad cruda. Es un film muy cruel que aboga por la generosidad, la lucidez... y en el fondo de todo esto, el amor de los seres. Notamos por otra parte una admirable dirección de actores. Leopoldo Torre Nilsson se impone con este film como uno de los mejores realizadores del mundo.</div>
<div style="text-align: right;">
Samuel Lachize en "L'humanité"</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Estas críticas han sido extraídas del libro</div>
<div style="text-align: right;">
"Los films de Leopoldo Torre Nilsson"</div>
<div style="text-align: right;">
de Jorge Abel Martin</div>
<div style="text-align: right;">
Buenos Aires - Editorial Corregidor - 1980 (p.46)</div>
Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-73782895711617265272009-01-01T22:29:00.017-02:002011-10-27T15:12:45.265-03:00Leopoldo Torre Nilsson como jurado en el festival de Venecia<div style="text-align: justify;">
Entre el 20 de agosto y el 3 de septiembre de 1961, Leopoldo Torre Nilsson integró el jurado del festival de cine de Venecia, lo acompañaron Beatriz Guido y su productor Néstor Gaffet. Aprovecharon la invitación para vender su película más reciente,“Piel de verano”, para su distribución internacional en Europa y Estados Unidos, asimismo Néstor Gaffet, quien además de producir también distribuía películas en Argentina, compró el film favorito de la Mostra: “El año pasado en Marienbad” del joven francés Alain Resnais. Éste también fue el film que Nilsson, desde su rol de jurado, rescato entre los films en competencia, donde se incluían las obras más recientes de diversos realizadores de trayectoria, tales como: el italiano Roberto Rossellini con “Vanina Vanini”, el japonés Akira Kurosawa con “Yojimbo”, el polaco Andrzej Wajda con “Samson” y el francés Claude Autant-Lara con su film “Tu ne tueras point” protagonizado por Suzanne Flon.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entusiasmado con su rol de jurado, fervoroso ante la defensa de la innovación artístico-argumental del film de Resnais, Leopoldo Torre Nilsson escribió un artículo desde Italia sobre su experiencia como jurado, el mismo ha sido publicado en la revista “Platea” tal como lo reproducimos íntegramente a continuación:</div>
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: center;">
Un festival de Venecia</div>
<div style="text-align: justify;">
Las maletas atraviesan los pasillos y aspirantes a 'vedettes' pisan impacientes un cigarrillo mientras las lanchas en el embarcadero se llevan a histriónicos productores que maldicen a un jurado que no premió sus películas. De Sica fuma un cigarrillo con aparente calma mientras sus ojos ocultan alguna tristeza. Parece mirar a lo lejos las deslumbrantes imágenes de 'Umberto D'.</div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
El festival ha concluido y todo es vagarosa retirada, como al final de las batallas; en el campo quedan colillas de cigarrillos, conserjes fastidiados, 'vedettes' decepcionadas, creadores desmenuzando el porqué de un fracaso. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
El Excelsior, hotel central donde se pasea entre risas babélicas todo el Festival, ahora está desierto. Se respira el silencio en largos pasillos que recién se descubren, y a nosotros, que hemos juzgado y hemos sido glorificados y vilipendiados, nos es dado recordar. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Durante catorce días siete personas han discutido en italiano, ruso, inglés y francés, catorce películas. Sus palabras han sido traducidas por tres intérpretes del ruso al italiano, al francés y al inglés; del inglés al francés, al italiano y al ruso; del italiano al ruso, al francés y al inglés, y del francés al ruso, al italiano y al inglés. Fueron designados jurados de Venecia por un comité. Eran: un director ruso, Leo Armsthan, incansable e inteligente; un culto crítico italiano, Giulio Cesare Castello; un creador de dibujos animados, el del famoso grupo UPA, de Mr. Magoo y otros, John Hubley, mezcla de cowboy e intelectual; un calmo, parsimonioso e inteligente escritor italiano, Gian Gaspare Napolitano; un incisivo y encantador crítico francés, Jean Baroncelli; un gran liberal antimussolinista, Antonio Sacchi, y un apasionado director argentino que suscribe. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Estos hombres, durante catorce días, se amaron y se odiaron; se arrojaron denuestos, cumplidos y abrazos, hasta llegar a un veredicto donde triunfó la juventud, coronando a una obra de definitivo talento creador que abre insospechados caminos al arte cinematográfico: 'Hace un año en Marienbad' (“L'annèe dernière à Marienbad”), de Alain Resnais. Esta obra hermética, bella, fría o apasionada, según quien la sienta, no encontró un camino fácil para arrebatar el León de San Marcos. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Sus adversarios no fueron los demás films, a los que avasalló totalmente, sino algunos espectadores que no la entendieron y entre los que, desgraciadamente, se encontraban algunos jurados. La intransigencia de estos pudo haber significado un palmarés vergonzoso como el que premió el año pasado a 'El paso del Rhin' (Le passage du Rhin), de Andrè Cayatte, contra 'Rocco y sus hermanos' (Rocco e i suoi fratelli), de Luchino Visconti; pero afortunadamente en la última jornada, en la que el jurado fue encerrado lejos del insólito ruido festivalero, después de doce horas ardientes, apasionadas, en las que los intérpretes traducían con máquinas electrónicas y ya casi todos hablábamos al unísono el ruso, el italiano, el francés y el inglés, triunfó la verdad. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Volvimos casi silenciosos, disimulando algún resquemor con el intercambio de tarjetas, en una lancha que nos demoró cuarenta minutos. La noticia del resultado se nos había adelantado media hora por una indiscreción telefónica. Habíamos salido a las ocho de la mañana y volvíamos a las ocho de la noche, barbudos, ocultando los vencedores la sonrisa de satisfacción, disimulando los derrotados su decepción con satisfechas sonrisas. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Nos esperaban abrazos subrepticios, apretones de manos, productores indignados, creadores entristecidos. Contrariamente a las predicciones que auguraban un destino de canales para nuestros cuerpos si no premiábamos determinadas películas, la recepción del fallo fue cordial y a veces entusiasta. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
En un escenario lleno de flores, fotógrafos y burócratas, sobre una mesa donde resplandecían el León de Oro de San Marcos, dos medallas y dos copas, escribimos sobre una página el testimonio de nuestra verdad, que se llamaba, por sobre todo, 'Hace un año en Marienbad'.</div>
<div style="text-align: justify;">
Alain Renais, con imprevisible rostro de joven estudiante, escaló el escenario del Palazzo y tomando en sus manos el ambiguo León sonrió hacia los fotógrafos que lo ametrallaban con una sonrisa que también era una herida que comenzaba a cicatrizar. 'Hace un año en Marienbad', denegada su invitación al Festival de Cannes, rechazada por los grandes circuitos de distribución, iniciaba su segunda carrera hacia la celebridad.</div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: right;">
Leopoldo Torre Nilsson</blockquote>
<br />
Artículo publicado en la revista 'Platea' de Buenos Aires, número 75, del 21 de septiembre de 1961.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgyRcIXxeQafzZwkyojZneaezd_kr4TIgZXQ8v1rAIVELjeD20S4RTc8E7jE9nUB8dhYNn_FWX0WkGxoU4uLYmkQlQczz4GyGiHb0VsdmPHO0MGn_HbAmQdeqs1qP1vf3lxq6hfoYWlb4/s1600-h/Le%C3%B3n+de+San+Marcos.+festival+de+cine+de+Venecia.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgyRcIXxeQafzZwkyojZneaezd_kr4TIgZXQ8v1rAIVELjeD20S4RTc8E7jE9nUB8dhYNn_FWX0WkGxoU4uLYmkQlQczz4GyGiHb0VsdmPHO0MGn_HbAmQdeqs1qP1vf3lxq6hfoYWlb4/s400/Le%C3%B3n+de+San+Marcos.+festival+de+cine+de+Venecia.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">León de San Marcos</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br />
El jurado del festival de cine de Venecia, del año 1961, asignó los siguientes premios: </div>
<div style="text-align: justify;">
<ul>
<li>León de Oro de San Marcos para “L'annèe dernière à Marienbad” de Alain Renais (Francia)</li>
<li>Premio especial del Jurado para “Mir vkhodyashchemu” de Aleksandr Alou y Vladimir Naumov (Unión Soviética)</li>
<li>Copa Volpi mejor actor para Toshiro Mifune por “Yojimbo” (Japón)</li>
<li>Copa Volpi mejor actriz para Suzanne Flon por “Tu en tueras point” (Francia)</li>
<li>Mejor Opera prima para “Banditi a Orgoloso” de Vittorio De Seta (Italia)</li>
</ul>
</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-46829146156784028102008-11-14T13:44:00.006-02:002010-11-14T15:05:07.479-03:00Leopoldo Torre Nilsson en el festival de Cannes (nota 2 de 2)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLsGY1HEI2v9hVqf6dIXsb7BnmNiypw0HzQYFHyvqdD2w3In3GHart3lHuEU2n_OwcD8AK3w6Dn7FfSIqBwTSvZWqergZpgowq_ttjPAyhaaNOAOjeInbwuiI475yvQdvHkr_k6wig6nE/s1600/Cannes+1962.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLsGY1HEI2v9hVqf6dIXsb7BnmNiypw0HzQYFHyvqdD2w3In3GHart3lHuEU2n_OwcD8AK3w6Dn7FfSIqBwTSvZWqergZpgowq_ttjPAyhaaNOAOjeInbwuiI475yvQdvHkr_k6wig6nE/s400/Cannes+1962.jpg" width="303" /></a></div><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;">En 1962 Leopoldo Torre Nilsson presentó en la selección oficial del festival de Cannes su film "Setenta veces siete". Junto a él concurrieron un grupo de nuevos cineastas argentinos (quienes años más tarde serían agrupados bajo la denominación de Generación del '60), cuyos films habían sido seleccionados para exhibirse fuera de competencia. En el siguiente artículo, que transcribimos íntegramente, Nilsson comparte con nosotros su particular visión del festival de Cannes y nos comenta cómo fue la recepción de los films, de los nuevos artístas argentinos, entre el público y la crítica franceses:</span><br />
<blockquote>Nuevo cine y cine en Cannes </blockquote><blockquote><div style="text-align: justify;">Todavía me veo detenido, un dos o tres de mayo de 1957, en una inhóspita esquina de Cannes, barbudo y desconcertado (venía de un viaje de doce horas en auto), sin saber para dónde agarrar, con las maletas dispersas en la calzada, recibiendo la mirada desdeñosa de los porteros de un entonces inaccesible hotel Martínez, tan inaccesible como el Palacio del Festival, las indiferentes 'vedettes' o los demiúrgicos André Bazin y Georges Sadoul, o el 'diabolique enfant' Truffaut.</div></blockquote><blockquote style="text-align: justify;">El cine argentino, por aquellos tiempos, pese a nuestra famosa 'edad de oro' o a nuestro alardeado prestigio industrial, no era para los europeos más que una basta cocina donde se cocinaban algunos suculentos melodramas burgueses, cuyo cocinero más notorio era un señor Amatori o Amadori, y que sólo una vez había provocado curiosidad a través de 'Las aguas bajan turbias', de Hugo del Carril.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Estas lejanías reverdecen por contraste cuando ahora los críticos nos preguntan con auténtica curiosidad sobre cuál será el próximo film de Lautaro Murúa o cómo es 'Los inundados', de Fernando Birri, del cual tanto han oído. Este contraste está patente en artículos de Les lettres Françaises donde se habla del movimiento argentino como el del nacimiento de una auténtica nueva ola. En las funciones de Cinemateca Francesa el nombre de Fernando Ayala ya es habitual, o el homenaje a David José Kohon concita la atención de todo el estudiantado de la Ciudad Universitaria y de la crítica especializada.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">El nuevo cine argentino está en Europa, se siente en las rumorosas salas que asisten a las exhibiciones de 'La cifra impar', de Manuel Antín, o de 'Los jóvenes viejos', de Rodolfo Kuhn, aplaudidas y comentadas de veras, no como esas falsas noticias de los cables de otrora, que hablaban de aplausos cuando ni siquiera habían existido espectadores.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Este año Cannes tuvo un festival realmente poderoso. La crisis del cine espectáculo se ha hecho sentir en el mundo. Los grandes tiburones escapan de los festivales. Allí están esos 'cargosos' de los críticos capaces de desinflar un 'Ben Hur', de William Wyler, para remontar a un Michelángelo Antonioni. Después de todo 'Los cañones de Navarone' (J. Lee Thompson), dicen ellos , hace fortunas, riéndose de las opiniones de los especializados. Entonces dejan el campo casi libre. De Estados Unidos viene un valiente film de Otto Preminger, 'Avise and consent', un poco seco cinematográficamente, pero con un valor de denuncia incuestionable (hubo quienes sostuvieron -L'Express si mal no recuerdo- que fue el film más valiente del Festival).</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">De la India, estuvo un hermoso Satyajit Ray, 'La diosa', con majestuoso ritmo lento y una permanente y persuasiva belleza que jurado y público tuvieron la torpeza de ignorar. El público de Cannes está compuesto por turistas al paso, vecinos de la localidad y adictos a un film y enemigos de los otro, todo lo cual lo convierte en uno de los menos receptivos y más anodinos del mundo. Silban casi siempre a un Antonioni y aplauden cualquier film demagógico.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">'Cleo de 5 a 7' [Agnès Varda] es estilísticamente uno de los mejores films presentados. Indaga en la simultaneidad sonora, frecuenta una imagen incisiva y si bien desatiende factores de causalidad psicológica, prueba que el arte de dirigir no es sólo atributo masculino. Agnès Varda tiene mucho que decir en los azarosos futuros del cinematógrafo.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">A todo esto, la delegación argentina ha crecido en número y calidad. Rodolfo Kuhn viene a mostrar 'Los jóvenes viejos', que seduce a los críticos ingleses Roud y Robinson, y tienta a distribuidores alemanes y norteamericanos. El productor Leo Kanaf trae 'Alias Gardelito', de Lautaro Murúa, para una muestra seleccionada por críticos, especialmente para el festival. Pese a haber sido exhibida si subtítulos en francés (lo cual motiva que la delegación argentina se disperse en la sala y cuente a sus vecinos el argumento) provoca la aprobación de la crítica especializada. El productor Marcelo Simonetti asiste a la presentación del tercer episodio de 'Tres veces Ana', de Kohon. Seleccionaban un film por país pero como los dos presentados por Argentina fueron considerados de notable importancia, se resolvió salomónicamente formar un programa argentino con un fragmento del más largo 'Ana', y la visión íntegra de 'Alias Gardelito'. El primero se exhibe con subtítulos en inglés y confirma lo que ya se esperaba de Kohon.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Es sorprendente como ya se conoce lo que hacemos, y pensamos quienes somos los responsables del cine argentino actual. Creo que se debe a nuestra presencia en los festivales europeos y a la inteligente distribución de invitaciones para el Festival de Mar del plata. Los argentinos nos dividimos estratégicamente. Ahí está Héctor Grossi informando, incansable, a cronistas extranjeros, Ghirardi jefe de la delegación, atendiendo con proverbial simpatía a delegados. Néstor Gaffet, Simonetti, el productor Siri Longhi, discutiendo coproducción, ofertando y atendiendo demandas.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">A todo esto el Festival no se detiene. Brasil sorprende con un buen film que es aplaudido en sorpresivo delirio por mucho: 'El pagador de promesas' (O pagador de promesas), de Anselmo Duarte. Hay quienes sostienen que el film es antirreligioso y quienes sospechan la triquiñuela mística de atacar a algunos sacerdotes para defender la esencia de la religiosidad. Hay quienes intelectualmente lo desdeñan y dicen que es una trampa. Hay quienes lo exaltan sin ser brasileños. Nadie sospecha lo imprevisible, pese a que Duarte, en exaltadas conferencias de prensa, aseguró haberlo hecho a medida para los premios de Cannes.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Robert Bresson nos da una flaca 'Juana de Arco', a cientos de kilómetros de Dreyer. Para mí es el borrador de un film, como si alguien resolviera hacer una prueba de textos e intérpretes y después se quedara sin dinero para hacer el film, y compaginara esas pruebas agregándole cuatro o cinco pedacitos. Algunos -pocos- críticos la encontraron genial. Deben ser los dietistas del cine. Esos que quieren que se despoje de tantas cosas como para dejarle pura síntesis, sin darse cuenta que el genio sólo sale de la abundancia, la abundancia de un Tolstoi, un Dostoievski, un Joyce. Que la elipsis es importante en la medida que sugiere y a veces sólo es falta de inspiración. O de cosas que contar.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Unas extrañas moscas pueblan mi ojo izquierdo y mi oftalmológico me aconseja descansar la vista. Descansar la vista en un festival es como amputarse un brazo en la arena de los gladiadores. Puedo prescindir de Michael Cacoyannis (pese a que me dicen que su 'Electra' es en su barroquismo una de las mejores cosas del festival) pero no puedo abandonar a Antonioni y 'El eclipse', y ahí estoy aplaudiendo en la boca de los que silban. Insultando en inglés, en italiano y en francés a los buenos burgueses que bostezan, suspiran fastidiados y comentan jocosos, incapaces otra vez de asimilar la belleza, sorprendidos en su mala fe de imbéciles. Antonioni, esta vez quizá demasiado calculadamente él mismo, arma un notable clima en la primera mitad del film, reconstruye una bolsa febril con precisión matemática, pinta una media burguesía decaída y banal con insistencia un tanto abrumadora. Y luego entra a un clima apasionado con sutileza no desposeída de pasión, que no promete futuros y gozosos Antonionis. Y termina con unas imágenes abstractas, implacables, bellísimas, que sugieren la separación de los amantes, la nueva incorporación a sus mundos, bolsa uno, frivolidad otro con un mundo que ya no los habita, donde hay deshielos, muros, aguas que corren, institutrices, plantas, ya para siempre sin ellos.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Antonioni y Luis Buñuel, cuyo 'Ángel exterminador' es un perfecto círculo de crueldad, talento, asfixia y denuncia, nos han dado lo mejor del Festival de Cannes. Después vendrán los premios, ofertas, demandas, juicios, desdenes, semanas. Pero las obras están allí, sobreviviendo a ocasionales estupideces. Más allá de las barrigas y los suspiros. Donde el mundo será paraíso y el paraíso talento, cultura y alimento para los más y no para los menos.</blockquote><blockquote style="text-align: justify;">Leopoldo Torre Nilsson </blockquote><br />
<span class="Apple-style-span" style="color: #444444;">Publicado en la revista 'Tiempo de cine' de Buenos Aires, número 10/11, agosto de 1962.</span><br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Dx-k69RYTn8U3fg8eyBvl2s9mW3lmKqStKdcNe_kzeVniaEW0S0E103qZpLPggysPVkpTUqI-G-LBrXl6DLqIZJzMXhdBqniw5NzheefG4GuCEBaOqNa7y1h_w30zKt3EwY3BE1ZfSE/s1600/Cannes+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="57" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Dx-k69RYTn8U3fg8eyBvl2s9mW3lmKqStKdcNe_kzeVniaEW0S0E103qZpLPggysPVkpTUqI-G-LBrXl6DLqIZJzMXhdBqniw5NzheefG4GuCEBaOqNa7y1h_w30zKt3EwY3BE1ZfSE/s400/Cannes+1.jpg" width="400" /></a></div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-6086590012918871342008-11-13T04:55:00.012-02:002011-11-28T15:06:30.546-03:00Leopoldo Torre Nilsson en el festival de Cannes (nota 1 de 2)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdPuUzvGI8vghTRRot-nNo6IkFfp8gA_Uu8E5Di5aVP7s_uTaL9J4TbPK7JAuDqT-m3IRMgoR6eHxeMe6YyfVdyRYlEre3Lh7-HQg_QXXPeqHo7s1Ti-ynYsj8yZ6JPieKMZevVy1QG50/s1600-h/Cannes+2.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5268058336880107442" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdPuUzvGI8vghTRRot-nNo6IkFfp8gA_Uu8E5Di5aVP7s_uTaL9J4TbPK7JAuDqT-m3IRMgoR6eHxeMe6YyfVdyRYlEre3Lh7-HQg_QXXPeqHo7s1Ti-ynYsj8yZ6JPieKMZevVy1QG50/s400/Cannes+2.jpg" style="cursor: pointer; display: block; height: 58px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a><br />
<span style="font-size: 130%;">Leopoldo Torre Nilsson compitió cuatro veces por la palma de oro del festival de Cannes. La primera fue en 1957 con "La casa del ángel", luego integró nuevamente la selección oficial en 1961 con "La mano en la trampa", regresó en 1962 para competir con "Setenta veces siete" y lo intentó por última vez en 1967 con el film "La chica del lunes". Por esos años, estos films de Nilsson compitieron con las mejores obras de Michelángelo Antonioni, Federico Fellini, Alberto Lattuada, William Wyler, Jules Dassin, Robert Bresson e Ingmar Bergman, entre muchos otros. La calidad de las películas en competencia impidieron que sus films sean premiados con la palma de oro, pero sí logró ganar el premio Fipresci -otorgado por la crítica cinematográfica- por "La mano en la trampa".</span><br />
<span style="font-size: 130%;"><br />
A continuación transcribimos un extracto de una carta escrita en el festival de Cannes por Leopoldo Torre Nilsson, dirigida a su padre Leopoldo Torres Ríos quien se encontraba en Argentina. La carta fue escrita en mayo de 1957 cuando Nilsson y Beatriz Guido presentaron en el Festival de Cannes "La casa del ángel", su film consagratorio:</span><br />
<blockquote>
<div align="justify" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 130%;">“...Yo no era nadie , pup. Nadie me conocía y la única oportunidad que me dieron fue presentar <span style="font-style: italic;">La casa</span> en una salita bien lejos del boulevard Croisete, donde está el Palais du Festival, enfrente del hotel Majestique. Ahí se hospedaban todos los cajetillas. ¡Si los vieras! La cosa es que proyectaban mi película a las 15. No habían más de treinta tipos, pero eran lo mejor de la crítica francesa. Yo estaba tan nervioso. Me senté atrás de todo, lejos de todo el mundo. Beatriz no se despegó de mi lado, siempre tan gamba para todo. Terminó la proyección y empezaron a cuchichear entre ellos. De pronto se dieron vuelta y me clavaron los ojos. Tenía ganas de salir corriendo y creo que hasta ya me había parado para irme cuando empezaron a aplaudirme durante cinco minutos. Yo no reaccionaba y Beatriz me llevó del brazo hasta ellos. Pensé que me iban a preguntar por Río de Janeiro y los gauchos a caballo. Pero nada de eso, André Bazin, que desde el '45 tiene la manija de la crítica, me dijo: 'Usted es la revelación del festival'. Y a Eric Rohmer se le hacía agua la boca, me hablaba sin parar y lo único que le entendí fue que 'La casa del ángel' era lo mejor que había visto made in Sudamérica. No es poco. Sobre todo porque están locos con el cine norteamericano. Se dice que 'Friendly persuasion', la última de William Wyler, se va a llevar el premio. Según Beatriz, uno de voz gangosa que no sé quién era dijo que Elsa Daniel era la Ingrid Bergman del cine argentino. ¡Matamos, Polo! Bien merecido lo tenemos, porque este triunfo es de los dos, después de tantas claudicaciones de ambos. Todo eso ya es el pasado. Ahora ¿quién nos para?</span></div>
<div align="justify" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 130%;">Te extraño, Babsy.”1</span></div>
</blockquote>
<br />
<div style="text-align: center;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnX8yJE-gkwrqKFUkUYHbZ1pY5invFHayNUBju4JD1DCWFbuzRQtYbe0VDFKly9UiOh_mpit7NVwEi-fDzs_rT8V3st1bi5o6FMpE-kzg5HZwTCGVFwUKs65jxe9mHzV7QCn2c5hncUeA/s1600-h/Yordana+fa%C3%ADm+y+Elsa+Daniel+en+La+casa+del+%C3%A1ngel.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5268058689762330306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnX8yJE-gkwrqKFUkUYHbZ1pY5invFHayNUBju4JD1DCWFbuzRQtYbe0VDFKly9UiOh_mpit7NVwEi-fDzs_rT8V3st1bi5o6FMpE-kzg5HZwTCGVFwUKs65jxe9mHzV7QCn2c5hncUeA/s400/Yordana+fa%C3%ADm+y+Elsa+Daniel+en+La+casa+del+%C3%A1ngel.jpg" style="display: block; height: 309px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Yordana Faim y Elsa Daniel en "La casa del ángel"</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<div style="text-align: left;">
1- esta carta ha sido extraída del libro:<br />
"El gran Babsy" de Mónica Martin.<br />
Buenos Aires - editorial Sudamericana -1993 (p.78)</div>
</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-31543298122428499502008-10-28T03:15:00.003-02:002011-10-26T16:29:32.509-03:00Una autobiografía<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqLTChCWO2rG5o8Ukx7Dg89k2d2TJLxLXOiUw9JM-EL_O0S61junoC6lbygfDAfMIJby298mhiF6JP4e-_BonF76B0fobwMWSQ4x-Qf9BXA8giIuuzTNn6bK1QSb3R0FHISKBQnNY5yFU/s1600-h/ltn.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqLTChCWO2rG5o8Ukx7Dg89k2d2TJLxLXOiUw9JM-EL_O0S61junoC6lbygfDAfMIJby298mhiF6JP4e-_BonF76B0fobwMWSQ4x-Qf9BXA8giIuuzTNn6bK1QSb3R0FHISKBQnNY5yFU/s400/ltn.jpeg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Torre Nilsson</td></tr>
</tbody></table>
<br /><blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
"Aquí en Buenos Aires, el 16 de junio de 1974, a las diez y treinta de la mañana, al mes y diez días de haber cumplido cincuenta años (con seguridad habiendo ya vivido bastante más de la mitad de lo que aún me queda por vivir), me digo a mí mismo que definitivamente soy un hacedor de imágenes, de películas, no el escritor o poeta que quise ser y que aún esporádicamente invoco. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Soy un hacedor de películas, no un escritor, porque por el cine y buscando una imagen pude arrastrarme horas por calles y caminos de tierra helados o escalar tres mil metros de altura con una herida abriéndome en el vientre o volar miles de kilómetros afiebrado o hablar ininterrumpidamente durante ocho horas para convencer a una actriz o pasarme tres días y sus noches en el laboratorio, durmiendo en el piso sobre una colchoneta unos minutos para concluir el montaje de un film. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Todo eso me lo provoca el cine, el desvelo, la angustia de una proyección en la que puedo llegar a perder dos kilos de peso, o como una de “Fin de fiesta” (1960) en la cinemateca de París, en la que por temor a enfrentar a una audiencia salí con una temperatura de cero grado, con la ropa de verano que traía de Buenos Aires. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
El cine me vuelve impiadoso con las cosas más queridas. Por no arruinar una secuencia filmé escenas de “Un guapo del 900” (1960) sin estar junto al lecho de muerte de mi padre. Por concluir una mezcla de sonidos no asistí al nacimiento de uno de mis hijos. Al mismo tiempo al cine se lo debo todo; desde mi infancia sólo he vivido de él, pagó mi alimento, mis obligaciones, mis placeres; el cine fue el único modus vivendi de mi padre, y yo en toda mi vida no he ganado un centavo que no viniera de él. </div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div style="text-align: justify;">
Quizá así quiera morir, sin percibir un interés ni un beneficio, ni una renta que no venga de sus imágenes; quiero ser su amante perfecto; su macró más constante. Algo dentro de mí me dice: 'Pero todavía escribís, todavía querés seguir siendo un escritor'."</div>
<div style="text-align: right;">
Leopoldo Torre Nilsson</div>
</blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Publicado en la revista “Gente”, Buenos Aires, 20 de junio de 1974.</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-92173940216875776992008-10-25T16:54:00.006-02:002011-10-26T16:37:48.130-03:00"El cine argentino y la libertad" por Leopoldo Torre Nilsson<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY4TvkV4dU5eszSmPZarrv3D4rJ1bTavihWsE1brWfbsLfXvkd0ezZXoxAoJYL3QGouUmYT-moMyLyqfVDLEnSHFZA_7JYhSA9k2OubJnloXNTaszwj96f1TcMs5tv-Xs0AidG5VmFJNk/s1600-h/sjff_02_img0872.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY4TvkV4dU5eszSmPZarrv3D4rJ1bTavihWsE1brWfbsLfXvkd0ezZXoxAoJYL3QGouUmYT-moMyLyqfVDLEnSHFZA_7JYhSA9k2OubJnloXNTaszwj96f1TcMs5tv-Xs0AidG5VmFJNk/s400/sjff_02_img0872.jpg" width="316" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Torre Nilsson</td></tr>
</tbody></table>
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Tras la caída del peronismo, habilitada por el golpe de estado cívico-militar acontecido el 16 de septiembre de 1955, Leopoldo Torre Nilsson junto con otros referentes del arte cinematográfico de la época, como Carlos Hugo Christensen y Daniel Tinayre, comienzan gestiones entre sus colegas para reclamar al nuevo gobierno la pronta sanción de una ley de fomento al cine. Dicha ley recién vería la luz en enero de 1957, el año y medio que separa el golpe del 55 de la implementación de la Ley estuvo signado por una paralización de la producción cinematográfica debida a la suspensión de los créditos otorgados por el Banco industrial y al reacomodamiento de los hombres y mujeres de la industria cinematográfica que padecían una perversa renovación de listas negras: los artistas prohibidos por el peronismo regresaban al país, mientras los artistas ligados al peronismo emigraban huyendo de prohibiciones políticas y laborales. Es en este contexto sociopolítico que Leopoldo Torre Nilsson brinda un discurso para concientizar a sus colegas sobre la responsabilidad artística que les cabía, en ese momento, ante la posibilidad de crear en libertad. Aquí transcribimos íntegramente el discurso declamado por Nilsson ante los artistas de la industria cinematográfica el 6 de octubre de 1955.</div>
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Escuchemos a Nilsson:</div>
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Cuando hace dos años Vittorio de Sica visitó nuestro país, en rueda de periodistas se le preguntó qué pensaba del cine argentino. Contestó que se trataba de una expresión puramente industrial o comercial, sin fisonomía propia.</div>
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Yo hubiera querido estar presente. Quizá me hubiera atrevido a preguntarle qué había sido del cine italiano hasta 1945; qué habían podido hacer hombres de talento como él, [Cesare] Savattini, [Giuseppe] De Santis o [Federico] Fellini. Quizá le hubiera recordado que uno de los pocos intentos de cine con fisonomía propia, como 'Obsesión' [Ossessione, 1943], de Luchino Visconti, había sido prohibido por el estado fascista de [Benito] Mussolini. </div>
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Historio brevemente el cine argentino anterior a 1943. Es posible destacar que entre 1936 y 1942 su industria tuvo una pujanza que le permitió dominar los mercados sur y centroamericanos, sacando casi de la nada un poderoso medio técnico y algunas expresiones de desigual pero promisorio contenido. Un análisis más profundo, que no me propongo ahora, revelaría que ese cine no enfrentó del todo la realidad del país. La realidad se le escapó de las manos y recibió directamente la influencia de otros cines. </div>
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Pero reconozcamos que hacia 1940 nuestro cine tuvo cierta fuerza industrial. El índice es que funcionaban ocho estudios. </div>
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Cerca del cine desde la infancia, por razones familiares, yo he sido testigo de la posterior desintegración de la inquietud de los hombres que se asomaron a ese cine desde 1936 con películas como 'La fuga' [1937], de Luis Saslavsky; 'La vuelta al nido' [1938], de mi padre, Leopoldo Torres Ríos, o 'Prisioneros de la tierra'[1939], de Mario Soffici. Poco después apareció Lucas Demare, que dio dos firmes muestras de cine épico: 'La guerra gaucha' [1942] y 'Su mejor alumno' [1944]. </div>
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Algunos de esos hombres fueron escarnecidos y sacados de nuestro ambiente por prohibiciones absurdas; otros vapuleados por el fantasma económico, y otros absorbidos por la trampa oficialista. En 1945 se afianzó un gobierno bastante consciente del significado social del cine, consciente al revés. Al frente del organismo represor, conductor del cine, figuró un hombre obscuro y mediocre: Raúl Alejandro Apold, que tomó en sus manos la ex Subsecretaría de Informaciones y Prensa de la Presidencia de la Nación e hizo después lo que quiso. </div>
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El cine nuestro sufrió dos dictaduras. Una general, la que solapadamente se fue metiendo en la conciencia de un pueblo, ablandándola hacia una inercia que afortunadamente no fue definitiva, corrompiéndolo sutilmente con la mostración de un estado económicamente descompuesto por los chantajes, las delaciones, las bolsas negras; y otra particular, la de ese siniestro subsecretario de Informaciones con su camarilla de privilegiados y su vasta red de delatores. </div>
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Las listas negras operaron como factor coercitivo; si no se podía hacer una broma, si no se podía opinar en rueda de amigos, cuánto menos se podría realizar una película con auténtico contenido social o humano, ya que lo humano, en cualquier expresión auténtica, puede significar un repudio a la opresión. El cine entró directamente en situación de embrutecimiento. Jorge Luis Borges, en una comida que le dieron los escritores en 1946, después de haber sido dejado cesante de un cargo de tercer bibliotecario en una biblioteca de la Municipalidad de Buenos Aires, por disposición de un avieso funcionario de cultura, dijo lo siguiente: 'Las dictaduras fomentan el chantaje, la mentira, oprimen, escarnecen; hay algo más terrible, las dictaduras fomentan la estupidez'. Eso pasó en nuestro cine. </div>
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El gobierno del ex-presidente Perón protegió al cine, obligó a las salas a exhibir todos los meses una película nacional en las de estreno y dos en las de barrio, a porcentajes establecidos, y abrió crédito en el Banco Industrial a los productores hasta el setenta por ciento del costo de cada película. ¿A cambio de qué? De que en las películas apareciera de un modo u otro la propaganda oficial, pero, sobre todo, exigió la realización de un cine anodino y banal. Y el cine argentino se lo devolvió con creces, con mínimas excepciones. Ingresó al desprestigio internacional. Entre las películas que se expusieron al papelón en el exterior debe abrírsele paso a la excepción de 'Las aguas bajan turbias' [1952], de Hugo del Carril, que ciertamente interesó a la crítica europea. Otros films no pudieron salir, retenidos en virtud de órdenes disimuladas; se temía que una pizca de la realidad estuviera filtrada y se conociera afuera del país. </div>
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En síntesis, el gobierno, que ha caído protegió al cine pero lo esterilizó, lo anuló, lo puso a su servicio. Nuestro cine, socialmente no expresa nada, artísticamente muy poco, pero a la vez representa un estado de cosas. Tenemos que estarle agradecidos por su pasiva reacción a lo largo de todos estos años: lo trágico hubiera sido que bajo una dictadura hubiera tenido fuerza y un valor de expresión. Pero ahora ha llegado el momento de la libertad, y es necesario saber qué vamos a hacer con el cine y la libertad. </div>
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El estado de libertad no coloca mágicamente al cine en manos del creador, ni le da un arma para que pueda testimoniar en imágenes su concepción de las cosas. Porque desaparecido su gran enemigo, el estado opresor, le queda otro enemigo, el capital, y todas las secuelas que éste apareja: trust de exhibición, altos costos, vallas para la producción independiente. Pero tenemos en nuestras manos un arma indudable y podemos luchar. Debemos luchar. En primer lugar es necesaria la colaboración con un estado inteligente que proteja a la industria cinematográfica contra los trusts de la exhibición. Los exhibidores tienen la obligación de exhibir nuestras obras. Nosotros tenemos la obligación de hacer obras honestas. Sobre esa base debe nacer la construcción del cine futuro. </div>
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El estado democrático debe fiscalizar que no existan ni el monopolio de la producción ni el monopolio de la exhibición. Eso lo conseguirá eliminando la contratación en block de películas y dando salida a todas las películas que lo merezcan a medida que egresan de los laboratorios. Si hay una ley de fomento que prevea un fondo de subvención, que pagaremos todos en forma de impuesto, ese fondo no debe ir a parar a manos de cualquier engendro que se produzca por el mero hecho de tener mano de obra sino que debe ser discriminado entre películas que se lo merezcan. Y por sobre todas las cosas, que la libertad sea absoluta en materia social, política, moral y religiosa. </div>
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Ha llegado el momento de los grandes temas. No importa que la técnica sea perfecta. Nuestro cine ha superado el momento de los rulos impecables, las mamposterías enyesadas, los travellings sobre la nada. Debe salir a enfrentar la realidad. Ahí están, esperándolos, los barrios construidos con bolsas y zinc, donde diez mil familias viven en diez centímetros de agua; ahí están los estudiantes torturados y reprimidos que merecen su himno; ahí los obreros desaparecidos y los cadáveres no identificados de la avenida General Paz; ahí los heroísmos frustrados, las familias condenadas a la muerte económica o civil, nuestras juventudes pervertidas por la coima y el chantaje esperando ser redimidas por el estudio y el trabajo; ahí las dádivas agraviantes que vaya a saber qué retribución exigían de algunas de nuestras jóvenes estudiantes; ahí los jerarcas huyendo, llevándose el producto de sus tristes botines; ahí los trabajadores de nuestro campo cargados de maquinarias compradas con créditos que nunca podrían levantar, malvendiendo sus cosechas... </div>
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En verdad ha llegado el momento de los grandes temas. Si nuestro cine en dos años no tiene su 'Roma, ciudad abierta' [Roma, città aperta, Roberto Rossellini, 1945], su 'Lustrabotas' [Sciuscià, Vittorio de Sica, 1946], su 'Los inútiles' [I vitelloni, Federico Fellini, 1953], su 'Alejandro Nevsky' [Aleksandr Nevskiy, Sergei Eisenstein y Dimitri Vasilyeu, 1939], su 'Octubre' [Oktyabr, Sergei Eisenstein, 1928], su 'Lo que no fue' [Brief encounter, David Lean, 1945] su 'Crimen en París', será cuestión de ir pensando seriamente qué otros avatares terribles nos signan. </div>
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Tenemos la libertad, es necesario que ahora sepamos usarla.</div>
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Leopoldo Torre Nilsson</div>
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Conferencia ofrecida en el teatro de los independientes, el 6 de octubre de 1955.</div>
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Texto transcripto del libro: “Torre Nilsson por Torre Nilsson”</div>
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Selección y prólogo de Couselo, Jorge Miguel (pp. 44 a 47)</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-6231773649302268452008-10-23T16:27:00.015-02:002011-10-26T16:56:34.168-03:00"El estilo" por Leopoldo Torre Nilsson<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizYO52_cE6__8cuI2hatzWH6V5-5lgk8liPUgkZ1KHEe-_Q1VhA6KOXjqdANDehJm_lk93Qo4uA6JHi-T_ybb7Vx53ZCIMilFfCBC2YT1-FPokzDjSexj1iI-B8r2Q2TbQPHg224yeowo/s1600-h/Torre+Nilsson.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizYO52_cE6__8cuI2hatzWH6V5-5lgk8liPUgkZ1KHEe-_Q1VhA6KOXjqdANDehJm_lk93Qo4uA6JHi-T_ybb7Vx53ZCIMilFfCBC2YT1-FPokzDjSexj1iI-B8r2Q2TbQPHg224yeowo/s400/Torre+Nilsson.jpg" width="317" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leopoldo Torre Nilsson</td></tr>
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A continuación reproducimos íntegramente un artículo escrito por Leopoldo Torre Nilsson sobre el estilo de autor en el cine:<br />
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Existe en torno al mundo del cinematógrafo una discusión que pretende dilucidar la paternidad en lo que a obra cinematográfica se refiere. </div>
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Mientras el grueso del espectador cinematográfico sigue eligiendo su espectáculo por la fachada, el intérprete, y opina que si trabaja fulano de tal el film tiene que ser bueno (Y a veces tiene razón, pero es por casualidad), otros sectores entablan polémicas dividiéndose entre sostenedores del libro o de la dirección como factores decisivos en la calidad del film y, al generalizar, ambos grupos se equivocan por igual, porque el film no es como el concierto que divide su existencia en dos partes iguales: partitura y realización (aunque pueda llegar a serlo alguna vez) sino que forma un todo en el cual las causas y los efectos operan con irregularidad, es decir que la realización existe como factor potencial en el hacer del libro cinematográfico y el libro nunca toma su forma definitiva, como libro, incluso, hasta el momento de la realización. Por ahora debemos con mucha precaución basarnos en los hechos particulares. Cada film tiene su historia distinta y su creador ocupa posiciones que vamos descubriendo a través de films sucesivos. </div>
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El creador evidentemente tiene un estilo (ese algo a veces imponderable que nos queda como regusto y que puede ser: maneras de decir, formas que se desplazan, posición ante los hechos, caracteres, enfoque de las situaciones, palabra o acción) y es ese estilo el que da carácter y paternidad a la obra: en el cine alguien es el dueño del estilo y es el caso más frecuente que ese alguien es el director, pero aquí vemos que esos directores que han sabido conservar un estilo no han sido meros artesanos de set sino que han estado en el film mucho antes de su filmación, han estado en la invención de situaciones y diálogos, han elegido rostros y lugares, han previsto sonidos e imágenes. </div>
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Al margen de esos casos que pueden llamarse [Charles] Chaplin, [René] Clair, [Sergei] Eisenstein, [Ingmar] Bergman, también hay casos en que el factor creador parece operarse con mayor poder desde otras ramas de la producción. Tal es el caso de Stanley Kramer que desde su posición de productor decidía el estilo de sus films, pero sin llegar a obras de la trascendencia de los anteriores o el de Paddy Chayefsky, que logra films de fuerza similar con directores distintos. Pero hasta el mismo [Cesare] Zavattini no es el mismo cuando lo filma [Alessandro] Blassetti que cuando lo recrea [Vittorio] De Sica. Es evidente que la posición más recomendable para aquel que quiere crear dentro del cine es la del director, pero también es cierto que pueden existir directores artesanos y directores creadores, aún cuando dudo que de los primeros quede historia alguna.</div>
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Leopoldo Torre Nilsson</div>
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Publicado en el diario "Clarín" de Buenos Aires, el 4 de octubre de 1959</div>Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7916944402369068135.post-25842202401423143942008-07-22T18:59:00.000-03:002015-04-12T11:44:31.100-03:00Presentación<div align="center">
<a href="http://picasaweb.google.es/fersolini/ElCineDeLeopoldoTorreNilsson/photo?authkey=E7oulanrl-8#5225963244406416546"><img src="http://lh3.ggpht.com/fersolini/SIZZ4egXpKI/AAAAAAAAAAU/9d5dDdG0VJU/s800/Leopoldo%20Torre%20Nilsson%20dirigiendo%20Piedra%20Libre.jpg" /></a></div>
<div align="justify">
<span style="font-size: 130%;">Leopoldo Torre Nilsson es uno de los realizadores más sensibles, creativos y destacados de la cinematografía argentina. Sus obras fueron admiradas en los principales festivales internacionales de cine (Cannes, Berlín, San Sebastián, Nueva York) y vistas apasionadamente por los cinéfilos locales. Aquí nos ocuparemos de difundir su obra, procurando mantener vivo el recuerdo de su figura y las de sus frecuentes colaboradores: su incondicional Beatriz Guido, Leonardo Favio, Elsa Daniel, Graciela Borges, Alfredo Alcón, Lautaro Murúa, Duilio Marzio, Alberto Etchebehre, Aníbal González Paz, Ricardo Younis, Aníbal Di Salvo, Juan Carlos Paz, Waldo de los Ríos y Néstor Gaffet, entre muchos otros.</span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: 130%;"> Fernando Morelli</span></div>
</div>
Fernando Morellihttp://www.blogger.com/profile/18395269953144942507noreply@blogger.com